sábado, 28 de mayo de 2011

Mi confrontación con la docencia

Quiero compartir con ustedes mi experiencia de cómo me involucré en la docencia, lo que considero una suerte y placer de estar inmerso en esta profesión.
Soy Ingeniero Químico en el cual me desempeñé como tal  9 años en diferentes sectores de la industria tal como la de alimentos, la metal-mecánica, la textil y la farmacéutica me desarrollé en diversas áreas  como producción, ingeniería de procesos, calidad, investigación, etc.; lo cual yo me siento satisfecho de haber experimentado este ciclo laboral. Yo me inicié como maestro en mi tiempo libre porque  paralelamente con mi profesión; familiares y vecinos me pedían ayuda para sus hijos que cursaban bachillerato asesorándolos en las materias de física, química y matemáticas para sus tareas y exámenes; los cuales obtenían resultados satisfactorios y me hacían comentarios que porque no pedía la oportunidad de impartir clases en su escuela; me gustan ese tipo de materias porque son herramientas de la vida cotidiana; pero a la vez no estaba tan convencido porque yo no había estudiado para profesor yo estudié para Ingeniero.
Dentro de esa etapa profesional tuve un momento de estrés, le dedicaba bastante tiempo a la industria y poco tiempo a mi familia lo cual tuve que tomar una decisión y pedí la oportunidad de dar clases en una escuela particular hace 4 años  como docente impartiendo las materias ya mencionadas obteniendo el reconocimiento por los padres de familia, dirección y los alumnos; la única experiencia que tenía sobre el quehacer docente era la observación de los maestros que me dieron clases en la preparatoria, así que con algo más de pizarrón, gis y bastantes deseos y buena voluntad me enfrenté y la verdad no pensaba que tenía esa habilidad para transmitir el conocimiento; pero si estoy consciente que debo de aprovechar esta habilidad apoyándome de estrategias de enseñanza-aprendizaje y debo estar en constante actualización.
Me siento muy contento en esta nueva etapa de mi vida, porque tengo más tiempo para dedicarle a mi familia creo que he encontrado un equilibrio personal y adicionalmente me siento satisfecho en poder captar la atención de los alumnos de esa edad, cambiar la forma tradicional de dar clases, me refiero en el sentido que yo también fui alumno y trato de imaginar cómo me hubiera gustado tener mis clases, busco encontrar una identidad profesional pero ¿Estoy seguro que lo hago bien? no sé, pero creo que echando a perder se aprende,  aquí lo malo es que los alumnos no son cosas materiales que se pueden reemplazar, estos errores definen un destino muy importante en sus vidas.
Lo mejor de dar clase es que tengo la oportunidad de aportar un granito de arena en la superación personal de los muchachos y que éstos puedan ampliar su visión frente a la vida y me da satisfacción ver que mis alumnos aprecien mi trabajo con ellos, ya que al encontrarlos en la calle me saludan con mucho gusto. Pero también tenemos su lado amargo como por ejemplo cuando el estudiante no quiere entrar a la clase,  se duermen porque sienten la clase muy aburrida o poco interesante, entonces ahí siento que esos motivos son por falta de mi estrategia utilizada dentro del aula, pero todo eso permite a que mejore cada día mi calidad de docente y evitar así sentirme insatisfecho con mi trabajo.
Es muy importante la comunicación porque es la forma de interactuar con los alumnos de escucharlos, entenderlos, saber sus inquietudes y poder lograr esa empatía con nuestros alumnos, es por eso importante que manejemos los nuevos medios de comunicación que están vigentes y llevarlos a la práctica, debemos entender su vocabulario para poder entablar una comunicación a su mismo nivel.
Estas nuevas generaciones de jóvenes donde sus hábitos, actitudes y motivación  de vida van encaminadas mas a obtener las cosas con el menor esfuerzo posible, ya se ha perdido el respeto a las personas y a las figuras de autoridad como son los maestros, directores e incluso sus padres; debido a que los muchachos han sido formados previamente sin responsabilidad y compromiso, debemos de romper esta sintomatología en el cual debemos de cambiar nuestra forma  de enseñar pues ahora somos facilitadores del aprendizaje y tenemos esa responsabilidad.
Puedo decir que el ser docente del nivel medio superior ha significado mucho, para mí; pues la mayoría de los alumnos son adolescentes que apenas están consientes de sus actos; considero muy adecuado que los conocimientos que pueda transmitir puedan ser utilizados en contextos reales para que puedan desenvolverse en el futuro.
Eso si estoy muy seguro que si quiero ser un buen profesor debo motivar a mis alumnos y se requiere de mucha paciencia, de tolerancia, una gran vocación, en general se requiere de mucho amor por la profesión. Definitivamente el ser maestro representa un reto que hay que aceptar con cada inicio de un ciclo escolar, de un semestre y hasta de cada día, buscando la manera de mejorar nuestro desempeño, siendo cada vez mejores maestros.

1 comentario:

  1. Hola Jesús

    Es realmente agradable leer un escrito en el que se observe a primera vista la dedicación y compromiso con la docencia.
    Respecto a su publicación, considero que la docencia es como la paternidad, nadie nace sabiendo cómo se hace y tampoco existen recetas infalibles aplicables a todos por igual; sin embargo, se obtienen resultados benéficos si siempre se piensa en el bienestar de nuestros alumnos.

    Menciona algo que me hace reflexionar, "se requiere mucha paciencia, tolerancia, una gran vocación..." aspectos a mi parecer vitales para dedicarse a la docencia, de eso poco nos enseñan en las universidades ¿no le parece?

    Saludos

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